Capítulo 2: El mago de bata blanca
En la vereda La Argentina del municipio de Yolombó (Antioquia), que visito con relativa frecuencia, hay una familia con la que tengo la confianza suficiente como para llegar muy temprano en la mañana (duermo en otra casa, que considero como mía en esa comunidad) a ducharme y prepararme para la atención de los pacientes. La encargada del hogar es doña Helena, de unos sesenta años, muy delgada, cabello gris, baja estatura, amante del cigarrillo, de piel morena, es dinámica y muy servicial. Ella me ofrece siempre una de sus mejores toallas, las chanclas de su esposo y hasta un jabón sin desempacar. Con estos detalles, cada vez que viajo desde Medellín, voy mucho más ligero de equipaje. A mi salida del baño me tiene listo un delicioso café hecho en agua de panela y una arepa con huevo revuelto con cebolla y tomate con la cantidad de sal exacta, pues con la rutina de tantos años ya doña Helena tiene el cálculo justo y en su punto. Mientras desayuno, disfruto de las imponentes m...